El último año, The Manual of
Ideas entrevistó
a Arnold Van den Berg en lo que fue, en mi humilde opinión, una de las
entrevistas más inspiradoras que he leído de un inversor value. Van den Berg fundó Century Management en 1974 sin educación
formal. Fue a través de auto-estudio, dedicación y experiencia que Van den Berg
ganó su conocimiento del mercado. No comentaré mucho sobre esta entrevista dado
que sus palabras son muy cálidas e inspiran por sí mismas.
Sobre la perseverancia
Tomó mucho más de lo pensado el arrancar el negocio y cada mes me
atrasaba con la renta. Tocaba la puerta de Curtis y me decía: “¿Qué pasa Arnie?”; A lo que yo respondía:
“Solo tengo 200 dólares para la renta este mes. ¿Me esperarías hasta
el siguiente mes?” Él respondía: “Claro, no te preocupes.” Todos los meses debía de decirle lo mismo, pero siempre le pagábamos
y él se mantenía tranquilo. Me quedé en ese edificio durante 4 o 5 años y es
por eso que llamé a la compañía Century. Era en Ciudad Century, California, así
que la llamé Century Management. Eso es básicamente como empezamos. Era solo un
sueño. Todo lo que tenía era un sueño, pero era poderoso.
Sobre ser un inversor value
No pierdes las ganas de ir a trabajar siendo un inversor value.
Estaba dando una plática a un grupo de doctores y me preguntaron… esto fue
cuando yo tenía 65 años; ahora tengo 74: “¿Que harás cuando te retires?”. Respondí: “¿Por qué me retiraría”; y me
contestaron: “La mayoría de la gente se retira.” Yo contesté: “No, no lo
entiendes. Voy a mi oficina y recojo billetes de 1 dólar por 50 centavos.
Prefiero hacer eso que perseguir una pequeña bola blanca en un campo de golf
bajo el rayo del sol. ¿Qué podría ser más divertido que recoger billetes de
dólar por 50 centavo?” Una vez que eres un inversor value, es como una adicción.
Sobre el poder de la fe
Después, pasé por un divorcio, y tuve muchos
problemas; y trabajando en el negocio - entré en depresión. Fui con un
psiquiatra y le conté mi historia. Me dijo: “Esto puede ser explicado desde el
punto de vista de la psiquiatría. Tienes una imagen en tu cabeza y se repite en
tu subconsciente. Una vez que está en tu subconsciente, te programa en un
cierto tipo de persona.” Me dijo (sic), “Eso es lo que enseñamos en la
psicología del deporte. Hacemos que las personas visualicen lo que van a hacer,
y su subconsciente les ayuda”. Yo no sabía sobre la mente subconsciente. En el
minuto en el que me dijo eso, sabía que había encontrado una verdad. Él dijo: “Si
haces lo mismo con tu negocio, obtendrás los mismos resultados.” Fui a casa esa
noche, estaba encendido. Limpié todo mi departamento, tiré todo, puse una mesa
en medio del cuarto. Dije: “Empezaré un negocio y no voy a parar hasta que lo
logre. No importa lo que suceda, compromiso total.” Empecé a leer todo lo que
pude sobre la mente subconsciente, y me programé. Solía hipnotizarme todos los
días por 20 minutos. Aprendí hipnosis. Lo usé en mi hijo para los deportes. Un
gran descubrimiento. Lo que trato de enseñarle a la gente joven es, no importa
lo que sea, si lo pones en tu mente, y lo visualizas, y te ves con éxito, harás
que suceda.
Sobre compartir tú fe
Te contaré otra cosa muy interesante. Tuve fe después de un tiempo
de que las cosas iban a funcionar. Un día, mi esposa estaba haciendo el
presupuesto; estaba haciendo las cuentas y tenía lágrimas en sus ojos. “¿Qué
pasa?”, le pregunté. Me dijo: “Arnie, puedo ver lo duro que trabajas día y
noche y cada mes estamos atrasados con las cuentas.” Le dije: “Eso yo lo sé.”
Ella respondió: “Me gustaría conseguir un trabajo, ayudarte teniendo un trabajo
y pagar las cuentas.” Le dije: “No, ya fui con el psiquiatra, y sé que si vas a
trabajar y los niños no tienen quien los cuide, tú vas a acabar en la oficina
del psiquiatra, o los niños lo harán.” Le comenté: “Vamos a seguir. Dame uno de
tus cheques.” Ella dijo: “¿Para qué?” Le dije: “Dame un cheque”. Escribí un
cheque para mi esposa Eileen: “$250,000 para algo que quieras” le dije: “no lo
pases esta semana, pero uno de estos días vas a poder cambiarlo”. Hace uno o
dos años, ella necesitaba dinero y le dije “¿Me estás diciendo que te has gastado
todo el dinero que te di?” Ella dijo: “Todavía tengo el cheque”. Le comenté que
no le serviría porque ya había cambiado la cuenta bancaria. Lo tengo enmarcado
ahora. Si lo pones en tu mente- esos $250,000 en ese entonces- yo tenía $20,000
en deuda y un ingreso bruto de $8,000 al año- no había base para pensarlo, pero
tenía fe. Esa es la clave de todo.
Sobre lo que se necesita para ser exitoso en el mercado
El mundo ha cambiado, pero la gente no ha cambiado, y la mente no ha
cambiado. Creo que si hay un joven que quiere empezar un negocio, si está
dispuesto a pagar el precio, si está dispuesto a hacer el sacrificio, si está
dispuesto a hacer algunas de las cosas extra que la gente cree necesarias, ese
joven lo puede lograr. No puedes evitar recibir dinero si lo logras. No existe
cosa tal en el universo. Si sirves a las personas y haces un buen trabajo, y
las amas y las tratas como si fueran de tu familia, no hay manera de que no lo
logres. No importa quien sea.
Necesitas un cierto grado de inteligencia, pero no necesitas ser muy
listo. No me considero muy listo. Nunca me fue muy bien en la escuela. Nunca me
fue bien en pruebas de inteligencia. Mi madre me llevó con uno de los mejores
psicólogos después de la guerra porque yo tenía muchos problemas, y el sentía
que tenía un daño permanente en mi cerebro debido a la desnutrición. Siempre
tuve una imagen de mí mismo de no ser muy listo, y mis calificaciones en la
escuela lo probaban. Pero una vez que te das cuenta de que puedes dedicarte y
comprometerte, puedes aprender cualquier cosa. ♦
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