Hace un par
de años, Buffettology (Scribner, 1999) fue uno de los primeros libros que leí sobre el valueinvesting. Escrito por Mary Buffett -ex esposa de uno de los hijos de Warren Buffett- y
por David Clark –amigo de la familia Buffett y analista de inversiones-, explican
en esta obra paso a paso la metodología de Warren para convertirse en
el inversor más exitoso de la historia.
En este artículo, introduciré lo que es el puente de peaje (Toll bridge),
concepto llevado a las inversiones por Buffett. Originalmente el concepto
significa: “El dinero recaudado a través de un peaje se destina normalmente a
financiar la construcción, operación y mantenimiento de infraestructuras
viarias (carreteras, túneles, canales de navegación o puentes), define Wikipedia. En terminología de
inversiones, se refiere a aquellas compañías que tienen activos que no
necesitan ser renovados o reemplazados con el paso del tiempo, y que además,
tienen una fuerte presencia de marca entre los consumidores o que tienen un
monopolio o cuasi monopolio del mercado; logrando que los márgenes de
beneficios de estas compañías sean enormes.
Empresas que hacen productos que se consumen o utilizan rápidamente, cuyo nombre de marca tiene atractivo y que los comerciantes tienen que tener o utilizar para mantenerse en el negocio.
En esta
parte, Mary explica que si existen diferentes fabricantes de un cierto tipo de
producto, los comerciantes buscan la manera de comprar los productos lo más
barato posible para venderlos lo más caro posible y obtener mejores márgenes de
beneficios. En cambio, si existe solamente un fabricante, debido a su poder de
monopolio, este tiene la habilidad de vender al comerciante sus productos al
precio que quiera, de esta forma, los márgenes de beneficio del fabricante
serán más altos.
Pero cuando
este tipo de producto es demandado por el consumidor, la competencia de precios
se traslada a los comerciantes, ya que deben bajar el precio del producto para
estimular las ventas. Por supuesto, el fabricante sigue cobrando lo que quiera,
sin que sus márgenes de utilidad se vean afectados, a diferencia de los
comerciantes que deben competir fuertemente para que al final, sus márgenes de
utilidad no sean tan altos.
¿Cómo sucede
esto? Como mencioné anteriormente; el consumidor desea un cierto tipo de
producto –se fija en la marca- y está dispuesto a pagar por ello. Ponemos el
ejemplo de un supermercado, el cual para ser rentable y sobrevivir, debe de
vender productos como Coca-Cola (NYSE: KO),
Hershey’s (NYSE: HSY), Marlboro
(NYSE: PM), pasta dental Crest
(NYSE: PG), hojas de afeitar
Gillette, etc. ¿Y una tienda de ropa? En el caso de Inditex (BMAD: ITX),
encontramos tiendas Zara, Bershka o Pull & Bear; en el caso de una tienda
de ropa en general podemos apreciar marcas como Fruit of the Loom, Levi’s,
Calvin Klein (NYSE: PVH), H
& M (OMX: HM B),
Tommy Hilfiger, entre otras. ¿Y en una tienda de calzado? Marcas como Nike
(NYSE: NKE), Adidas (OTCQX: ADDYY), Jeep (NYSE: FCAU), Caterpillar (NYSE: CAT), etc.
Veamos el siguiente ejemplo que la propia autora ha escrito:
“Cuando come en un restaurante, usted no pide café por la marca. Ni tampoco
pide una hamburguesa y unas patatas o un arroz frito por la marca. La empresa
que vende hamburguesas al restaurante no tiene una tasa de rentabilidad del
capital por encima de la media, porque nadie entra en un restaurante y pide una
hamburguesa preparada por Bob’s Meats. Pero sí que pide su Coca-Cola por la
marca. Y si usted es propietario de un restaurante que no tiene Coca-Cola,
entonces simplemente perderá ventas.”
Además, Mary
comenta que “la publicidad asegura a los fabricantes que los consumidores
pedirán sus productos y que los comerciantes no podrán sustituirlos por un
producto más barato y obtener un mayor margen de utilidad.”
Empresas de comunicaciones que proporcionan servicios repetitivos que los fabricantes deben utilizar para persuadir a la gente para que compre sus productos
Para que las
empresas puedan asegurar sus ventas, deben hacer uso de la publicidad, ya sea
en la radio, la televisión, un anuncio impreso o en las redes sociales. Claro,
siempre y cuando los anuncios estén bien colocados y el objetivo de “compre
nuestro producto” llegue a los clientes potenciales. Además, de que deben de
competir entre ellas para que al final, el consumidor elija lo que mejor le
apetezca.
Warren
Buffett se dio cuenta de dos cosas; que para que el fabricante tuviera demanda,
tenía que anunciarse. “Este puente de peaje de la publicidad beneficia a las
agencias de publicidad, a los editores de revistas, a los periódicos, y a las
redes de comunicaciones de todo el mundo”. Escribe Mary; que si un medio de
comunicación masivo, como las cadenas de televisión o los periódicos, tienen un
monopolio o un duopolio, pueden cobrar a los anunciantes la cantidad que
quieran, logrando que estos al no tener otra alternativa, publiciten sus
productos con ellos logrando un aumento significativo del margen de beneficios
de estos medios de comunicación. Por esta razón, Buffett invirtió en compañías
como Capital Cities, ABC (NYSE: DIS)
y Buffalo Evening News. La desventaja
es que si entraba competencia, aunque generaran mucho dinero, ya no ganan lo
que ganaban y los márgenes de beneficios se veían afectados.
Pero eso no
es todo, Buffett también se dio cuenta de otra cosa muy importante: que las
grandes agencias de publicidad que trabajan a nivel global, son demandadas por
las multinacionales que desean anunciar
sus productos con estas agencias. Logrando así, que tanto los fabricantes como
las agencias de publicidad obtengan grandes rentabilidades de su capital. Por
esta sencilla razón, Buffett adquirió el 17% de Interpublic (NYSE: IPG), una de las big four de las agencias de publicidad.
Empresas que proporcionan servicios al consumidor repetitivos que la gente y las empresas necesitan continuamente
Aquí
hablamos de servicios, no de productos. Incluye empresas como Service Master
(NYSE: SERV), que eliminan
plagas como insectos, además de servicios de limpieza profesional y cuidado de
céspedes. Rollins Inc. (NYSE: ROL),
que controla Orkin, “el mayor servicio de métodos contra insectos y contra
termitas del mundo, y que también ofrece servicios de seguridad doméstica y de
oficinas.” Escribe Mary.
También las
compañías de tarjetas de crédito tienen su puente de peaje, ya que cada vez que
utilizas una de estas, la compañía cobra una comisión al comerciante. Además,
sino pagamos nuestras tarjetas de crédito, la compañía también nos cobra por no
pagarla. Son “millones de pequeños peajes de cada transacción que se van
acumulando”, definen los autores.
La clave de
este tipo de empresas es que: ofrecen servicios necesarios que requieren pocos
gastos y poco personal cualificado y; no existe la obsolescencia del producto. La
empresa puede contratar y despedir empleados conforme lo dicte la demanda. Como
no tienen que actualizar sus plantas ni tienen que desarrollar nuevos
productos, las ganancias van directamente a los dueños, a invertir para
expandir operaciones, pagar dividendos o recomprar acciones.
Conclusión
El puente de
peaje de Buffett hace que invierta en compañías con marcas fuertes, con un
monopolio del consumidor, que no necesiten renovar sus productos y que además, ofrezcan
servicios y productos de primera necesidad para el consumidor. Ropa,
publicidad, medios de comunicación, tarjetas de crédito, fumigadoras, servicios
de limpieza, entre otros; son ejemplos de este tipo de compañías. ♦
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