El Oráculo de Omaha tiene tantas virtudes y sabiduría para compartir con el mundo, que ni en diez años podría enseñarnos todo lo que ha aprendido en su larga vida y carrera como inversor. Una de las principales virtudes de Warren Buffett es saber cómo enfocarse; enfocarse al invertir, enfocarse en la vida, etc.
Buffett prefiere invertir en pocas compañías, en compañías excelentes con moats a su alrededor y que sean gestionadas por managers fenomenales. Y El Oráculo de Omaha quiere que le hagamos caso y también seamos sabios al elegir en dónde meteremos nuestro dinero. Por eso creó su famoso método Punch Card, o Tarjeta Perforada.
Con el método Punch Card, básicamente debes de ver a la inversión en Bolsa como si te hubieran dado una tarjeta para perforar cada vez que tomas una decisión de inversión. Solamente tienes permitido tener hasta 20 perforaciones para tu tarjeta en tu vida.
"Siempre les digo a los estudiantes en las escuela de negocios que sería mejor que cuando se gradúen, tengan una tarjeta perforada con 20 perforaciones en ella. Y cada vez que tomen una decisión de inversión, utilizan una de esas perforaciones, porque no van a obtener 20 grandes ideas en su vida. Van a tener cinco o tres o siete, y pueden enriquecerse con cinco, tres o siete. Pero no se pueden hacer ricos si intentan conseguir uno todos los días".
Lo que Buffett quiere decir es que debes de ser muy cuidadoso cuando tomes una decisión de inversión, y cuando la encuentres, inviertas mucho dinero en ella. Por supuesto, Warren ha hecho más de 20 inversiones en su vida, tanto en sus días del partnership como actualmente con Berkshire Hathaway. Pero el punto que nos trata de enseñar Warren es que tomemos decisiones muy racionales al invertir; que escojamos bien dónde meteremos nuestro dinero, como si estuviéramos escogiendo a la chica -o chico- perfecto para casarnos. Así lo hace Warren. Se casa con sus inversiones. Eso es invertir.
Se podría decir que este método está dirigido para el inversor individual. El problema de utilizar este método para los inversores profesionales, radica en que tienen que realizar muchísimas inversiones para sus clientes. Y muchísimas inversiones son más de 20.
Ahora que esta estrategia que es difícil de seguir, pero si se sigue al pie de la letra, el inversor particular tendrá la oportunidad de elegir las mejores oportunidades para invertir cuando se le aparezcan, reducirá sus costes de transacción y por supuesto, si mantiene sus inversiones durante años y años, los impuestos no llegarán a tocar la puerta. ♦
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